miércoles, 13 de febrero de 2008

San Valentino


Les voy a decir la verdad... Quería poner algo realmente horrible y en contra del día de los enamorados, y así convertirme en el grinch de "San Valentin" pero no pude...
Toda mi maldad se vio empañada justamente por un buen sentimiento.
Si yo estoy enamorada, por qué me voy a negar a festejar un día así?
En realidad no es más que una excusa. Pero sin caer en lo cursi y lo comercial es lindo festejar si uno esta enamorado. Ooooobviamente no hace falta que tengamos una fecha para festejarlo, pero ya que está festejemos.
Es lindo estar enamorado, aunque la palabra suene a Cris Morena y me de vergüenza.
Son muchas sensaciones... pero eso es lo bueno, las sensaciones... nunca se tienen tantas juntas como cuando uno se enamora.
Es bueno creer que se está enamorado, aunque después, cuando pasó ese amor nos enteramos que en realidad no era más que un amorcete fugaz y se va en búsqueda de otro, pero este sí de verdad... hasta que otra vez, después de amar, sufrir, extrañar, llorar y revolcarse, nuevamente nos enteramos que no, que no era el indicado...
Ya va a llegar, pero por si las dudas enamorense de cualquiera, a ver si todavía no se enamoran nunca y se quedan sin saber que se siente...
Bah, enamorense lo necesario... los extremos no son buenos, y después se anda quedando como un boludo por ahí, y tampoco es la cuestión.
Disfruten enamorados, y los que no lo estén, busquen alguien con quien pasar el rato, que no es lindo estar solo.
Les dejo un regalito, además de esa preciosa pintura, que habla por sí sola. (es de Magritte y se llama Amantes, creo)

¡TODO ERA AMOR!

¡Todo era amor... amor!
No había nada más que amor.
En todas partes se encontraba amor.
No se podía hablar más que de amor.
Amor pasado por agua, a la vainilla,
amor al portador, amor a plazos.
Amor analizable, analizado.
Amor ultramarino.
Amor ecuestre.
Amor de cartón piedra, amor con leche...
lleno de prevenciones, de preventivos;
lleno de cortocircuitos, de cortapisas.
Amor con una gran M,
con una M mayúscula,
chorreado de merengue,
cubierto de flores blancas...
Amor espermatozoico, esperantista.
Amor desinfectado, amor untuoso...
Amor con sus accesorios, con sus repuestos;
con sus faltas de puntualidad, de ortografía;
con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.
Amor que incendia el corazón de los orangutanes,
de los bomberos.
Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas,
que arranca los botones de los botines,
que se alimenta de encelo y de ensalada.
Amor impostergable y amor impuesto.
Amor incandescente y amor incauto.
Amor indeformable. Amor desnudo.
Amor-amor que es, simplemente, amor.
Amor y amor... ¡y nada más que amor!

Oliverio Girondo

1 comentario:

BELMAR dijo...

sigamos amando a nuestra manera!