jueves, 23 de octubre de 2008

Ya bajan los Ovnisssss

Me obsesioné.
Gracias a Dios no tengo Internet en mi casa porque sino ya estaría más que obsesionada, estaría completamente loca.
Cuando a principio del mes de Octubre apareció una luz extraña en el cielo que no terminaba de caer a mi me cayó la ficha.
De ser un Objeto Volador No Identificado pasó a ser un “meteorito” triste… yo no lo creí señores. Para mi es otra cosa y lo esconden.
Poco después apareció una señora yanqui (con Q) -que bien se podría llamar Mirta y ser amiga de alguna tía de cualquiera de nosotros-, diciendo que no sé qué día iba a venir una nave extraterrestre a hablar con los dirigentes del mundo, pero que iban a venir pacíficamente y a ayudar al decadente planeta Tierra.
Lo creí, como una tonta.
Pero no creí que vinieran de forma pacifica, a mí Hollywood me enseñó otra cosa y me imaginé “La guerra de los mundos”.
Como buena paranoica estuve una semana aterrada, mirando al cielo, haciendo fuerza para no ver nada, pero convencida de que ya venían.
Espere la fecha señalada y esa noche no dormí.
Yo vivo bajo una ruta aérea, en realidad mi casa no esta muy lejos del aeroparque y por arriba de mi casa pasan aviones constantemente, así que no es raro ver luces que vuelan en el cielo.
Pero esa noche fue bastante larga.
No podía dormir, daba vueltas en la cama, pero no quería bajar a ver la tele (porque mi casa es toda de vidrio e iba a tener mejor vista del cielo) ni podía prender la luz, porque Leandro me iba a preguntar que me pasaba y si le mentía, como no sé mentir, y menos a él, se iba a dar cuenta, y si le decía la verdad me iba a meter un cachetazo ( que no lo podría haber juzgado por hacerlo) me quedé expectante en la cama.
Y de repente sucedió.
El cielo (que no veía) sonó.
Un estruendo terrible, interminable me hizo esconder bajo las sabanas al grito interno de “ Son ellos!!! Son ellos!!!”.
Por suerte el grito fue solo interno, porque cuando el avión, o lo que fuera terminó de pasar me sentí realmente una boluda.
Todavía quedaban en mí residuos de terror, pero le ganaba la vergüenza, -que gracias a Dios no tuve que compartir con nadie- era más fuerte.
No hace falta decirles que los extraterrestres nunca llegaron, y que mi paranoia se fue apagando lentamente.
Ojo!
Estoy segura de que están entre nosotros, y de que en cualquier comento va a pasar algo raro (y sí, paranoica soy siempre, y más si de algo paranormal se trata) pero tampoco soy tonta, es más que obvio que primero van a atacar Estados Unidos y que Bush los va a matar a todos.
Venganse nomas, señores petizos o super altos, Cabezones, ojones, de miembros superiores largos y vestidos de colores brillantes, que aquí no les tenemos miedo! (habría dicho Chavez, que es cagón como yo con estas cosas).
Pero primero pasen por Washington y de ser posible no bajen en el patio de mi casa.
Gracias.
Saludos cordiales,
Terrestremente terrestre, Guillermina Sol.

No hay comentarios: