Nuestra habitación es un tanto oscura, llena de cosas útiles, necesarias o que ya están ahí desde hace mucho tiempo como para cambiarlas. Decorada con algunas cosas que en un pasado pudieron significar algo, pero que ya no tienen demasiado sentido. Las camas están armadas, no hay desorden, pero la habitación es oscura por más que se abran las ventanas.
Cuando entré me pareció que había algo diferente, pero entre tantas cosas no pude distinguir qué.
Finalmente agudicé mis sentidos y sin esforzarme demasiado, lo vi.
Lo que brillaba, lo que alegraba el cuarto era la cajita verde. Era el brote femenino. El verde brillante que significa ser mujer en tiempos de guerra.
La cajita verde con brillos, hoy es mi objeto preferido en el mundo.
A mi amiga Soledad.
4 comentarios:
Qué guardarás en esa cajita verde tan preciada...
Que emoción...Que alegría me dá saber que solo una cajita verde te pueda hacer brillar en tiempos de guerra. Que ternura me provoca saber que te dé sensación de luz algo tan pequeño, que invoque a tu lado femenino,que te resulte un objeto preciado, algo tan chiquito, apenas un gesto de cariño y cortesía. Ahora si te mirás en el espejito y preguntás.: "quien es la más bella?", seguro, seguro, contesta que sos vos. Es lo que yo diría si te viera del otro lado!. Gracias por eso, por tu risa sonora y por tu amistad, que en tiempos de guerra, también se ha transformado en lo más preciado para mí!
Soledad
Por el momento no guardo nada, es la cajita en sí.
Gracias Sole, sobran las palabras, por suerte es todo bien sentido. Una alegría tener tu amistad y la de tu familia. Te quiero mucho.
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